Engine Italian Organic Gin

En las colinas suaves de la Alta Langa, un rincón sereno del noroeste de Italia, el paisaje está pintado con el verdor intenso de la vegetación orgánica. Entre estos verdes, una destilería pequeña, impulsada por la pasión y la tradición italiana, da vida a una ginebra que captura la esencia pura del terruño italiano: Engine Italian Organic Gin. La historia de esta ginebra comienza con Paolo Dalla Mora, un visionario en el mundo de la moda y los destilados, quien se inspiró en su amor por los deportes motorizados para crear algo completamente único.

Mientras el mundo acelera hacia lo convencional, Engine elige el camino menos transitado. Cada botella, o mejor dicho, cada lata, es un homenaje a la ingeniería y el diseño, presentada audazmente en un recipiente que evoca un bote de aceite de motor, una cápsula del tiempo que encierra secretos de la destilación orgánica. Esta presentación no es simplemente un truco visual, sino un puente entre el pasado industrial y la sofisticación contemporánea, diseñada para iniciar conversaciones y despertar la curiosidad.

Al abrirse, la lata revela un líquido cristalino, destilado de trigo orgánico y enriquecido con un bouquet de botánicos recolectados a lo largo de la península. Los limones sicilianos y las bayas de enebro de la Toscana se encuentran con la raíz de regaliz de Calabria y la salvia de Langhe, mientras que las rosas de Damasco del Piamonte añaden un toque floral. Esta combinación no solo rinde tributo a la rica herencia botánica de Italia sino que también garantiza una experiencia gustativa que respeta el equilibrio entre la tradición y la innovación.

Descripción del Producto

Engine Italian Organic Gin es una celebración de Italia, destilada en un estilo que recuerda al London Dry pero con un carácter suave y dulce que lo distingue de sus contemporáneos más secos. La nariz es una invitación a explorar, con notas de salvia y cítricos que se abren paso entre toques terrosos y sutiles de enebro. Al paladar, ofrece una sinfonía de sabores donde el dulzor ligero de los limones amalfitanos se entrelaza con el amargor refinado de la raíz de regaliz, culminando en un final cálido y persistente, donde resuenan la salvia y un eco de cítricos.

Esta ginebra no solo se disfruta sola o en un cóctel clásico, sino que también sirve como base ideal para creaciones más audaces como el Negroni o el Martini, donde su perfil herbáceo y cítrico potencia los ingredientes con los que se mezcla.